miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Cuánto te conoces a ti mismo, cuánto conoces a los demás?...Tu Inteligencia Emocional

Hoy en día interesa mucho como sabes desenvolverte entre las personas, en el trabajo, en tu medio que te rodea. Y es que puedes tener mucho conocimiento (alto coeficiente intelectual) pero si no tienes los medios y formas (coeficiente emocional) de transmitirlo podrías no ser escuchado.
Y “ser escuchado” en este caso significa “poder influenciar”. Poder ser aceptado para un trabajo, para un proyecto, para cumplir un objetivo; para hacer que nuestros colegas o subordinados “nos sigan”. En este caso ya nos estamos refiriendo a la capacidad de liderar. “Ser líder es poder influenciar”.

Daniel Goleman, en su libro “La inteligencia emocional en la empresa”(1999), sostiene:
Las reglas de trabajo están cambiando. Ahora se nos juzga según normas nuevas: ya no importan solo la sagacidad, la preparación y la experiencia, sino cómo nos manejamos con nosotros mismos y con los demás. Esta norma se aplica cada vez más para decidir quién será contratado y quien nó, a quien se retiene y a quien se deja ir, a quien se asciende y a quien se pasa por alto.
La Inteligencia emocional es el equilibrio entre la razón y la pasión; entre el corazón y el cerebro.
La vida está llena de oportunidades y hay que saber aprovecharlas. Oportunidades a favor que pueden llevar al éxito u oportunidades en contra que pueden terminar en fracaso. Como dice aquella frase del “10/90”: Lo que se nos presenta en la vida, en el día a día es como un 10; y la forma como lo enfrentamos es como un 90. Digamos que si en esos 5 minutos que tuviste una oportunidad no la supiste aprovechar o enfrentar, el resto del día podría ser complicado para ti. Desde el plano empresarial hasta el sentimental. Para hacer negocio hay que saber aprovechar las oportunidades, tener el olfato de un emprendedor; para luego construir negocios. O quizás abordar a la chica que tanto me gusta en esos minutos que puedo.
La inteligencia emocional equilibrada nos lleva a ser mas productivos. Pero demanda de todos ser capaces de aceptarnos a nosotros mismos y de aceptar a los demás; de conocernos a nosotros y de saber llevarnos con los demás.
Desarrollar la inteligencia emocional significa entonces:
1. Conocerse a si mismo
2. Saber autoregularse
3. Motivarse
4. Tener empatía con los demás
5. Relacionarse socialmente
El conocerse a si mismo podría empezar aceptando quien soy, como soy y hasta elaborar un Foda Personal, determinando nuestras Fortalezas y debilidades
La autorregulación se explica con la autoestima y la actitud, y se desarrolla desde que el ser viene al mundo. El largo viaje desde la estimulación temprana, el nido, el colegio, la Universidad o centro de estudios, el trabajo; etc.; considerando que “persona se forma entre los 0 y 5 años”
Motivarse tiene que ver con lo anterior. Y si uno está motivado nuestras habilidades florecerán y nos será mas fácil alcanzar las metas y estar en equilibrio
Tener empatía con los demás, es ponerse en los zapatos del otro. Aceptar y entender a nuestros compañeros, a nuestros colaboradores. Hacer un esfuerzo por cambiar y/o ayudar al cambio
Relacionarse socialmente es vital hoy en día. Para los adultos es prácticamente la única forma de conseguir trabajo, el tener los contactos. Y para los jóvenes es también en gran porcentaje: Los contactos. En la empresa, en el trabajo, en el barrio se necesita tener contactos, redes sociales, formar grupos y equipos. Para terminar la tarea, para conseguir información acaso el contacto social y la relación informal nos lleve más rápido a la meta.

domingo, 21 de agosto de 2011

EDUCACION POR COMPETENCIAS

Por Leoncio Fernández (UNALM, Perú)

La educación por competencias, es impartir conocimiento sustentado en varios pilares, donde cada uno de ellos es una competencia o habilidad.
La educación por competencias es formar (educar) en ciertas habilidades propias de una materia, de un conjunto de asignaturas (cursos) que tengan como fin obtener el producto (alumno egresado) de una determinada profesión (carrera).
Escribo este articulo, motivado por la preocupación de algunos colegas mios en la Universidad que ahora son presionados para cumplir con la elaboración de un “silabus por competencias”. Pero también está el problema de no conocer el objetivo que se puede lograr con dicha forma de silabus.
A partir de ello, el silabus, es como una guía donde se deben definir los temas y sus respectivas competencias a desarrollar. Pero claro está, es solo eso; una guía. Es el trabajo operativo que tiene que cumplirse en cada curso de un conjunto de asignaturas dependiendo de un “perfil de egresado” que deseamos alcanzar.
La Educación por competencias no es una moda. Es una necesidad para responder al mercado del empleo y a las necesidades de la sociedad. Sigue siendo lo más importante el conocimiento, pero también son necesarias las habilidades para hacer efectivo dicho conocimiento. Educar por competencias, no es que la educación superior haya pasado de ser un bien cultural a uno económico. No es solo una vinculación del mercado con la Universidad, que de por si ya es importante sino las competencias también articulan una concepción del ser, del saber, saber hacer, del saber convivir.

Así, un profesional de Marketing que domine teóricamente las 4 estrategias (4Ps); no será efectivo sino tiene la ”capacidad de convencer y comunicar”. Esto último es la competencia o habilidad a desarrollar. Otro caso es quizás el de un Agrónomo que puede conocer mucho de cómo producir, pero si no tiene la habilidad de emprender o “ser arriesgado” difícilmente constituirá o dirigirá un agronegocio. Por último, un Médico además de su conocimiento necesita la habilidad de “ser comprometido y ser sensible” para atender a sus pacientes. Y un profesional de Relaciones Publicas que puede haber leído mucho pero sin la competencia de tener una “disposición al servicio”, difícilmente será efectivo en la atención al cliente.
Las competencias son diferentes o pueden ser las mismas para algunas profesiones, y pueden cambiar sus ponderaciones(pesos que se le asigne en su perfil).
Volviendo a la tarea de elaborar un silabus. Este debe realizarse con temas y las habilidades que deseamos desarrollar. Aquí, es importante, tener el “perfil del egresado”; definirlo correctamente, de acuerdo a las exigencias del mercado y de las tendencias para la Carrera en el entorno actual y para los próximos años. Puedo citar el ejemplo de la Carrera de Gestión de la UNALM, donde se definieron 13 competencias que deberían desarrollar los alumnos al terminar la Carrera, y para cada una de dichas habilidades se delinearon o seleccionaron un conjunto de asignaturas.
La educación por competencias demanda cambios estructurales en la Universidad. Si buscamos que los contenidos y las formas sean propias a una Carrera o Profesión; por supuesto que quienes lo imparten (los profesores) también deben cumplirlo. Aquí, será necesario adoptar la “gestión del recurso humano por competencias”. Ya no será suficiente seleccionar al personal con sólo una entrevista tradicional y la revisión de su currículo. Será necesario la entrevista a profundidad, los test psicométricos, los test de simulación y cuantos otros puedan existir de acuerdo a la detección de habilidades que queramos evaluar. Igualmente los procesos de Admisión deberían incluir la evaluación de competencias, como por ejemplo el Examen del Talento que se realiza en la Universidad Católica (PUCP).
Por ello, tener el silabus por competencias está bien. Definir el Perfil del egresado y sus competencias también es correcto. Pero, y los profesores?, los recursos?, los alumnos?, los reglamentos?.
El desarrollo de competencias o habilidades puede ser una “estrategia” para lograr un objetivo (una meta, una visión), pero si no están las “estructuras” difícilmente se cumplirán. La educación por competencias implica reordenar el sistema de educación superior; adaptar la organización universitaria (tradicional) del siglo anterior, hacia una organización mas eficiente y efectiva.