Por la Debilidad de los Partidos políticos, "Los
Outsiders, candidatos improvisados que se ponen de moda" es un artículo publicado
el año 2013 por el periodista J. Arévalo;
en el diario el comercio. Ojalá muchos lo lean .......
Los peruanos vamos a tener elecciones presidenciales en el mes
de abril del 2016, y estando a finales del año 2015, no hay esperanza en tener
un candidato fuerte de un partido político o aun de un outsider. Las estadísticas señalan que en las últimas
campañas y por el mes de diciembre el que resultaba ganador en abril no pasaba
el 15% en las encuestas para esta temporada. Asi que entre enero y abril del
2016 cualquier cosa puede pasar. Y lo que ha sucedido en varias elecciones es
que pueda ganar un Outsider
¿Pero cuales son las ventajas de que gane un outsider?. ¿Se
puede hacer un buen gobierno con un outsider?
Hay peruanos (sobretodo jóvenes) que se entusiasman con
candidatos como Veronica Mendoza, Nano Guerra, Julio Guzmán, algunos de los outsiders
en estas elecciones. Ellos responden a varias razones, 3 de ellas son:
1.- La debilidad de los partidos políticos, que es explicada
porque la población electoral ya no le tiene confianza a los políticos “tradicionales”.
No cumplen con lo que prometen, no gobiernan para “todos”
2.- Los partidos políticos no solamente han generado
desconfianza, sino han sido ejemplos de corrupción
3.- El entorno actual con una población que en su mayoría no
se involucra en investigar o conocer bien a sus candidatos. La evolución del marketing
político, el desarrollo de redes (Facebook por ejemplo); entre otros, pueden “poner
en la cima” a un candidato improvisado, como también “pueden hundirlo o
sucumbirlo”; en muy poco tiempo
Es preocupante un gobierno a cargo de un “outsider”. Perú acaba
de ser gobernado por un cuasi outsider. El señor Ollanta Humala aparece en la política
el año 2006 y entonces era un outsider que quedó segundo en la competencia
electoral; cinco años después, osea el
2011 gana las elecciones pero para entonces como líder de un partido político llamado
nacionalismo. Sin embargo “una y solo una de las lecciones” de su gobierno es
que a Ollanta le faltó un equipo, un partido político consensuado que le ayude
a gobernar, “que no le deje solo”.
En otras palabras, cuando gana un outsider como podría
gobernar bien cuando no tiene “sus cuadros”. Básicamente se necesitaría un equipo
de personas que lleguen a ocupar la mayoría de sus ministerios y cargos de
confianza, y una parte convocar a personalidades o personas
